jueves, 7 de abril de 2011
La experiencia municipal de renovar el registro nacional
Nota: Días laboralmente complicados hicieron que abandonemos un poco la actividad blogueril.
Esta mañana tuvimos que (intentar) renovar el registro de conducir. Habida cuenta de la dirección consignada en el DNI, debimos recalar en las dependencias de la Dirección de Tránsito de San Isidro, en la provincia de Buenos Aires, justo enfrente, vaya mensaje subliminal, al cementerio municipal.
Empezamos bien: Las oficinas abren a las 7.30, temprano por la mañana. Apenas anunciados en la mesa de entrada, se constata la fecha de vencimiento del registro. Sucede que las renovaciones solo pueden tramitarse 30 días antes de la fecha de vencimiento y no antes. Zafamos, por un par de días nomás. Pero sería bueno que los vecinos lo sepan de antemano.
En el segundo escritorio, inmediatamente contiguo a la mesa de entrada, se debe abonar la tasa nacional ($ 40 pesos fuertes), la tasa para la Agencia Nacional de Seguridad Vial (otros $ 40 pesos fuertes), y un bono contribución, de $ 4, para los Bomberos Voluntarios del municipio. Pagamos en efectivo, con un billete de los impresos en Brasil. Con el vuelto, también recibimos nuestro número ó turno de atención. Venir temprano no sirvió de mucho: tenemos el 62, y van por el 39. Paciencia, y llamado a la oficina para avisar que probablemente lleguemos más tarde de lo habitual.
Hay cerca de 8 puestos de atención, todos prolijamente ubicados detras de poco eficaces biombos que intentan otorgar algún grado de privacidad. En cada escritorio, una PC, una impresora, un lector óptico de huellas digitales, y un dispositivo para registrar firmas. Lamentablemente, de los 8 puestos hay solamente 2 atendiendo. Parecería que en al menos 2 puestos restantes, la persona encargada de atender a los vecinos se encuentra realizando otras tareas. Nuestras mentes malpensadas intentar un trivial juego de adivinanza: ¿Facebook, Gmail o Chat vía MSN? Imposible saberlo.
Al menos durante la primer media hora, el ritmo de atención promedio ronda los 5 minutos por número. Paciencia, viene para largo.
No hay wi-fi en la sala de espera. Pero al menos hay muchos asientos libres aún. Dos televisores encendidos transmiten, para gozo del público lector nac&pop, TN y sus efervescentes zócalos. "Bueno momento para retomar la lectura", pienso. Y saco "El Escarmiento" de mi mochila. Interesante relato de la relación de Perón y la izquierda peronista en los años finales de vida del General.
Avanzo en la lectura, y lentamente avanzan también los números de atención. Cerca de las 9 de la mañana, el indicador luminoso anuncia que es el turno del número 61. Guardo el libro de nuevo en la mochila, y preparo el DNI, el registro actual, y las constancias de pago de las tasas nacionales.
El inicio formal del trámite de renovación es simple: el operador ingresa nuestros datos filiatorios, y verifica que no tengamos multas de tránsito impagas. Zafamos, vaya sopresa. Luego procede con la obtención de las huellas digitales, y con el registro electrónico de nuestra firma. Sobre el final, declaración jurada de salud. Listo, piece of cake.
"Sólo restan el examen médico, y el examen psicológico". Se me informa que nos van a llamar por el apellido, desde el consultorio 12. ¿Otra hora y media de espera? Me quedé corto con el aviso al trabajo, tendría que haber dicho que llegaba al mediodía...
Para peor, hay solamente 2 consultorios (numerados 11 y 12, respectivamente). Pero ni tiempo tenemos de seguir con El Escarmiento: apenas nos arrimamos al sector, escuchamos una voz que nos llama. Bien. Viene veloz el tema.
El examen médico es, en rigor, apenas un examen de vista. Con claridad distinguimos los números cuatro números más chicos de la pantalla: un 9, seguidos luego del oficialista 678. Amén de Barone, seguimos bien: Serán por los menos cinco años más de conducir sin necesidad de anteojos.
Restaba únicamente el examen psicológico, el cual debía realizarse en el cubículo contiguo. Entramos, y distinguimos a un vecino (¿no lo son todos, aquí?) intentando copiar diferentes series de puntos en un papel. Parece que viene en serio el tema, pensé.
"¿Edad? ¿A qué se dedica?". Esa fue la extensión del examen psicológico que nos tocó en suerte... Dos preguntas de rigor, y estamos aparentemente listos nuevamente para las endiabladas calles de Buenos Aires.
Miro el reloj. Excelente, son apenas las 9.15, y estoy a minutos de tener mi nueva licencia. Sólo restaba el pago de las tasas municipales: fortíssimos $ 132 pesos argentinos. Claro, sucede que en la perinola de la licencia de conducir, todos comen de este trámite: la nación, la agencia nacional, y el municipio. Total pagado: $ 216. Considerando que en el vecino partido de Vicente López se abonan $ 180, parecería que para los intendentes del norte del conurbano no alcanza con ser (o haber sido) "radicales K": las necesidades de fondos impulsan incrementos en las tasas municipales.
La mala noticia vino al final: dado que ahora es un trámite centralizado, el nuevo registro no se entrega en el día. Dado que la impresión es realizada por la Agencia Nacional de Seguridad Vial, hay un tiempo de entrega de 72 horas hábiles.
"Pero ¿acaso no entregan una licencia provisoria?", ingenuo pregunto, ya casi resignado. No hay caso, Siri negocia mucho mejor que yo. Para el caso, Moyano también.
No hay problema. Volveremos el miércoles a buscar el registro. Gracias Florencio.
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Gracias al Registro Nacional, un homicida condenado a inhabilitación para manejar no puede sacar el Registro en otro Municipio (o Provincia) como ocurría antes.
ResponderEliminarY ud. tiene en vigencia el anterior Registro, por lo que puede conducir tranquilamente.
Me parece caro, en Quilmes $120, dependiendo de las categorías habilitantes.
Algún, no quedan dudas de las ventajas que tiene el Registro Nacional.
ResponderEliminarLo que es francamente objetable, o mejorable (si preferís), es que haya una demora de 72 horas hábiles para confirmar los datos (ej. verificar inhabilitraciones) e imprimir el Registro...
Carísimo, sin dudas.
Abrazo.
Lo de la demora, es porque existe un solo lugar donde se expiden y de allí se distribuyen a todos los municipios. Por suerte no los hacen (o venden ?) más en los Municipios, pero se podría mejorar estoy de acuerdo. A mí me lo entregaron en 48 horas.
ResponderEliminarTe conviene hacer el cambio de domicilio.
Abrazo.