En la lógica K, todo (pero todo, eh) opositor es gorila. Ahora que la justicia prohibió al Kirchenirismo el uso de la "marcha peronista", no quedará más que pensar que el mismísimo hijo del cantor más emblemático de la marcha es un gorila, liso y llano.
Algunas frases espetadas por del Carril son propias de un gorila, faciscta, agrogarca, componente del dispositivo mediático opositor. Veamos:
"El kirchnerismo no es peronista".
"Esto que vivimos no es peronismo. ¡Por favor!".
"El peronismo nunca hubiese mandado a su gente a pegarle a otra que protesta en la Plaza de Mayo, como hizo Luis D’Elía".
"Este Gobierno es autoritario, muy soberbio”.
de lo que no hay duda es de que vos sos bastante gorila
ResponderEliminarJ
Anónimo, entiendo que cueste un poco entenderlo. Pero el mundo no es binario. No soy oficialista, pero eso NO me convierte en gorila.
ResponderEliminarEl oficialismo está polarizando una elección legislativa: o sos amigo o sos enemigo del modelo. Y es un juego peligroso.
No me gusta este segundo mandato de Néstor, ¿eso me convierte automáticamente en gorila?
La cuestión es que esto parte de la presentación que hizo Landau (apoderado del PJ) para que sólo el PJ-K pudiera usar esos símbolos.
ResponderEliminarO sea, el primer intento de censura partió de ahí.
Anónimo, dos cositas:
1. Si hubiera tanto gorila, Diane Fossey ("Gorilas en la Niebla", remeber) no hubiera estado preocupada por su extinción.
2. Si hay tanto gorilaje, ¿porque el peronismo-K nunca se pregunta "que habremos hecho para que haya este nivel de bronca contra nostros que somos los salvadores del pueblo"?
Es algo que todavía no tiene respuesta.