De eso no se habla

En una nota publicada en Perfil (click acá), uno de los otrora hombres fuertes del movimiento K, Alberto Fernandez, realiza un par de definiciones por lo menos interesantes, dignas de destacar.

Habló del verticalismo rígido y absoluto de Néstor: "el Kirchner ex presidente está en un escenario muy complejo, donde es un actor central y muchas veces desubica a muchos de los que lo conocemos".

Habló del conflicto con el campo, aseverando que ellos (el gobierno) fueron necios: "Me ha quedado un sabor muy amargo con el conflicto con el campo. Siento que nos equivocamos. Participamos de una discusión signada por la necedad de todos los actores que hizo que la Argentina durante cuatro meses viviera en ascuas. Me quejo de nuestra necedad".

Habló de la fuga de figuras del Kirchnerismo, fruto de la falta del debate que debió sanar las diferencias con el campo: "La pérdida de personajes tan importantes en nuestro espacio como Reutemann, Schiaretti y Solá son una prueba contundente de que hay un debate abierto todavía inconcluso. Lo que uno no entiende, y es lo que más reclama, es por qué no se puede dar".

Y también habló de la relación del oficialismo y los medios: "Cuando uno empieza a enojarse tanto con los medios es como enojarse con el espejo. Puede ser que el espejo esté manchado y tengas que limpiarlo. Lo que no puede ser es que sea la causa central de tus problemas".

Estas declaraciones son, tal vez, la primera autocrítica genuina que realiza una figura de peso dentro del oficialismo. Si el matrimonio presidencial hiciera lo mismo, tal vez logren evitar terminar solos y abandonados (por sus propias figuras y por el apoyo del electorado). La veo difícil.