Las elecciones legislativas de fines de Junio son planteadas por el Kirchnerismo como de vida o muerte para el "modelo". En la visión binaria de Néstor, no hay opositores: cualquiera que no apoya al modelo, es un enemigo liso y llamo. Y en su afán por plebiscitar las elecciones, recurre a candidaturas fantasma y al empleo de la amenaza "nosotros o el caos".
Aún cuando la legitimidad de las candidaturas testimoniales no están definidas (esperamos el veredicto de la Justicia), las mismas son objetables moralmente: al día de hoy, un elector no sabe si el actual gobernador asumirá o no el puesto al cual se ha candidateado. La pregunta que se hace El Observador hacia el final de su post es totalmente válida (acá).
Estas candidaturas son también innecesarias: si lo que se busca es apoyo para el modelo, ¿qué mejor que dotar al Congreso de legisladores propios, genuinamente elegidos? No hay necesidad de traccionar votos con figuras convocantes, obligando al electorado a votar por candidatos que jamás asumirán su puesto.
Por otro lado tenemos la amenaza del caos como resultado de una mala elección para el oficialismo en Junio. Las referencias al 2001 y al corralito han sido efectuadas por el matrimonio presidencial (un ejemplo acá), buscando polarizar las elecciones. Nuevamente el mundo binario: con nosotros o con nuestros enemigos, nosotros o el caos.
Es una jugada peligrosa la del gobierno K, en tanto evidencia una clara debilidad del modelo: después de 6 años de gobierno, re-elección incluida, ¿una mera elección legislativa puede hacer derribar el modelo? ¿Tan endeble es? Los cimientos del modelo K parecen, así, poco sólidos.
Hasta el propio Alberto Fernández expuso sus reparos, contradiciendo la tesis de Néstor (acá).
El verdadero enemigo no está en la oposición, sino en la visión cerrada de la mente que conduce el actual modelo.
Las candidaturas del oficialismo son cuestionables, ¿moralmente?. No sé, el concepto de moralidad ha cambiado tanto en los tiempos que corren. Yo creo que es cuestionable políticamente. Lo que esta demostrando es que no hay sucesión política. Los dirigentes que hoy ocupan cargos en el oficialismo son los únicos capaces de captar votos (Qué no es malo desde la mirada de la aprobación de su gestión), pero pinta un panorama sombrío.
ResponderEliminarRespecto de la oposición (Las primeras minorías), las candidaturas son tan cuestionables como las del kirchnerismo. Solá, De Narvez, Michetti, Carrió son candidatos que no van a ejercer como legisladores, por mas que asuman. La historia reciente nos cuenta eso.
Todavía suena en mi cabeza el “Que se vayan todos” de los fatídicos días de finales del 2001. ¿Se fue alguno?. Están todos acá, son los candidatos que hay.
A mi me preocupa que no surjan nuevos líderes capaces de seducir al electorado y encima cuando emergen (Pino Solanas, Sabbatella) la “corporación mediática” los liquida.
Señores, estamos en una disyuntiva terrible, ¿Qué hacer?. ¿Votar para “sostener el modelo”?. Puede ser, la alternativa mas probable es volver al neoliberalismo noventos; pero, ¿No da así como un poco de cosa votar en forma tan mediocre?. Que terrible, ¿no?. ¿Y si nos animamos a patear el tablero?. ¿Y si no votamos por el menos peor? ¿Y si levantamos un poco la cabeza, corremos a los testimoniales, a los que ya estuvieron y fracasaron, a los que se cambian de bando como de calzoncillo?. ¿Que hay mas atrás de todos esos que gritan fuerte (Poniendo montañas de plata, tranzando con los medios a cambio de vaya a saber qué, poniendo figuritas decorativas en las listas)?. ¿No hay nadie para votar y salir con una sonrisa del cuarto oscuro?.
Hagamos el ejercicio. Busquemos. Puede estar bueno.
Vas directo al punto: no hay nadie para votar y salir con una sonrisa? Excelente pregunta. Hace mucho tiempo que dejé de tener esa sensación de satisfacción al votar.
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