viernes, 26 de febrero de 2010

Obsecuencia y traición, revisited


Si quien ahora lee estas palabras es un recurrente lector del blog, sabrá que hemos encarado el tema de la traición y la obsecuencia anteriormente (ver aquí).

En efecto, a comienzos de septiembre del año pasado, y en ocasión del escrache sufrido por la disidente cubana Hilda Molina en Buenos Aires, sostuvimos que no es traidor el crítico, sino que "el verdadero desleal es aquel que opta por un silencio obsecuente que traiciona los propios principios fundacionales de su ideología".

Sucedió que Molina había sido acusada de traidora por tan sólo criticar la realidad actual del régimen Castrista.

Peor aún, muchas veces una mera crítica a Cuba es vista (en ciertas mentes binarias) como la adopción de una postura pro-imperialista. ¡En serio! Me pasó, vean el link, no jodo.

En esta columna, sostenemos exactamente lo opuesto: el verdadero traidor es aquél que guarda un obsecuente silencio, acallando sus críticas ante claros desvíos de los (iniciales) ideales.

La muerte del albañil cubano Orlando Zapata Tamayo nos brinda un nuevo ejemplo del peligro inherente que conlleva la obsecuencia. Veamos quiénes hicieron declaraciones públicas condenando la muerte de Zapata, y quiénes guardaron obsecuente silencio.

En el primer grupo, y siempre dentro de sectores cercanos al progresismo, encontramos a Lula (aunque con algunas reservas), al presidente español Rodriguez Zapatero (aquí), a Amnesty International (aquí). Dentro de este grupo incluyo también a Página 12, que publicó la siguiente nota.

Lamentablemente, Cristina Fernández de Kirchner pertenece al segundo grupo. ¡Ah! Y vía Rollo, ahora también sabemos que califica dentro de este grupo el diario oficial de Cuba, Granma, que por supuesto nada informó al respecto.

Insistimos: criticar una injusticia es una obligación moral, cometa quien comenta esa injusticia. El obsecuente que guarda silencio, manifiesta así su propia bajeza moral, equiparándose a la del enemigo que dice luchar.

Hay muchos motivos para admirar a Cuba (educación y salud, por citar algunos ejemplos). Pero no por ello vamos a dejar de criticar la falta de libertad imperante allí.

Pd. En la foto, zapatillas Converse y el Che Guevara, convertido ahora en ícono publicitario.

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6 comentarios:

  1. Lamentable la omisión de Cristina, el gobierno argentino y casi todos los políticos, sobre Tamayo.
    No quiero entrar con ud. en una discusión sobre las bondades de los sistemas de salud (ampliamente mentadas) y de educación (no lo tengo tan seguro) cubanos.
    Pero quiero decir algo: ambas supuestas cualidades no compensan ni ahí a la dictadura castrista, la mas antigua del continente y su brutal supresión de las libertades humanas.
    No perdamos eso de vista.
    Estoy algo harto de la benevolencia gratuita hacia el regimen cubano.

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  2. Observador, conicido con Ud. plenamente.
    Por si no quedó del todo claro, me reitero aquí: la falta de libertad en Cuba es absolutamente condenable, más allá de otras cualidades (supuestas o no).
    Abrazo, y espero pronto leer algún post nuevo en su blog. :)

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  3. Iba a escribir algo sobre el timing de la Sra. para criticar a Obama, despues de 1 año y 2 meses de mendigar por un lugar en la estampita con el hombre, pero ya resultan tan patéticamente lamentables que no dan ni pa´la ironía.
    Un abrazo.

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  4. Ud. tiene la culpa Disidente. Me hizo postear algo. Se que no va a ser de su agrado.Y lo lamento.

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  5. Ah, pero usted es realmente de los nuestros, che. Derechista sin sutilezas. Así me gusta!

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