martes, 18 de octubre de 2011

No nos vimos en 2011



Al momento de inaugurar el blog (allá por mayo de 2009), la imagen negativa de la presidente Cristina orillaba los 40 puntos. De hecho, dos meses más tarde, el bueno de Néstor sufría una dura derrota electoral en la Provincia de Buenos Aires, en elecciones en las que el Kirchnerismo había apelado a candidatos testimoniales para revertir el flojo desempeño.

A diferencia de lo que había pasado con la resolución del conflicto con el campo (situación ante la cual un exaltado Néstor Kirchner le habría propuesto a CK que abandonara el sillón de Rivadavia), tras las elecciones el Kirchnerismo no se amilanó con la derrota. Por el contrario, redobló la apuesta, y fue por todo. Con la idea de morir con las botas puestas, y “en la nuestra”, el Kirchnerismo se mostró envalentonado, y en pocos meses lanzó importantes medidas que movió el avispero nacional.

Fútbol para Todos, Ley de Medios, estatización de los fondos de las AFJP.

Cegados, desde el Kirchnerismo respondieron a la derrota presentando más batalla. Y al menos en el frente político, doblegaron a la dispersa Oposición, logrando hacer realidad esos importantes proyectos. Haciendo gala del siempre útil doble discurso, el Kirchnerismo apeló a herramientas discursivas, ficcionalizando (con perdón de la RAE) batallas ideológicas, y ocultando el pueril trasfondo de negocios y poder verdaderamente subyacente. Así, la agenda del segundo Kirchnerismo emergió plagada de cruzadas que jamás siquiera figuraron durante el mandato del bueno de Néstor.

Repasemos:

Hasta 2007, el relato oficial no reconocía como prioridad el ADN de los hijos de Noble, ni era motivo de investigación la compra de Papel Prensa por parte de Clarín, La Nación y La Razón. Fibertel era apenas un proveedor de acceso a Internet, que operaba libremente en el mercado. El Grupo Clarín no era un amenazante monopolio, ni Magnetto era Lucifer. Por el contrario, Héctor Horacio era asiduo comensal en Olivos. Y las gentiles y amigas tapas del diario Clarín eran respondidas con renovación de licencias, y la autorización de fusión de los principales cableoperadores del país.

El conflicto con el campo quebró el pacto Clarín-Kirchner. La buena vibra, los favores cruzados, y el permanente diálogo entre las partes, terminó abruptamente. La historia debió reescribirse: Clarín no sólo era el actual enemigo, sino que siempre había sido el enemigo público número uno. Al fin de cuentas, la clara identificación de un enemigo mortal es siempre una efectiva manera de alinear y arengar a la tropa. La identificación de Clarín como enemigo le permitió a personajes como Mariotto o Víctor Hugo Morales darle nuevos sentidos a sus conversas vidas. No es poco.

Para doblegar al nuevo y mortal enemigo, el Kirchnersimo se valió muchas veces de esas mismas armas que tanto objetó a sus otrora socios. La guerra a Clarín no se la ganó con periodismo oficial independiente, objetivo y neutro, sino con esos mismos artilugios que tanto criticó en Magnetto. Apelando a recursos del Estado Nacional, el Kirchnerismo se involucró en una masiva guerra de trincheras: medios amigos y periodismo militante, TV Pública con discurso hegemónico, un eterno cuestionamiento a la autoridad moral de Clarín, y una política de medios absolutamente discresional.

Pero paradójicamente el éxito político tras las elecciones de 2009 surgió huérfano de apoyo popular: en Septiembre/Octubre de 2010, el 58% de los argentinos desaprobaba la gestión de CK al frente del Gobierno. Y el 44% de los encuestados consideraba que la imagen de la mujer de Néstor era directamente “mala”. A pesar de los triunfos políticos sobre la Oposición y la “corpo enemiga”, el segundo Kirchnerismo no lograba aceptación entre los votantes

El quiebre se produce con la muerte del bueno de Néstor en Octubre de 2010, verdadero punto de inflexión en la percepción popular del gobierno y de la imagen personal de Cristina. En tan sólo un mes, la apreciación popular expresó un dramático giro:

Evolución de la aprobación de gestión de gobierno:

Octubre 2010: Aprueba 34.2% / Desaprueba 60.3%
Noviembre 2010: Aprueba 57.4% / Desaprueba 31.1%


Evolución de la imagen de Cristina Kirchner:

Octubre 2010: Buena 35.1% / Mala 44.0%
Noviembre 2010: Buena 56.1% / Mala 20.1%

Necesario es reconocerlo, empero: el Kirchnerismo ha sabido mantener (e incrementar) esa percepción desde entonces.

Llegamos pues así a las elecciones presidenciales de 2011. Elecciones en las que Cristina Kirchner obtendrá un holgado triunfo electoral, el cual le permitirá otorgar al “modelo” una histórica continuidad de 12 años en el Gobierno. Modelo absolutamente insuficiente para algunos de nosotros, pero modelo que está garantizando un nuevo triunfo del Frente para la Victoria.






Ese poder de continuidad conlleva una enorme responsabilidad, que rogamos CK sepa administrar con prudencia.

Por nuestra parte... volveremos. En 2015, claro.

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4 comentarios:

  1. Supongo que cambiará el nombre del blog pero no nos privaremos de su presencia, no?
    Abrazo

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  2. Que lindo es ver a un gorila derrotado! Este domingo nos vamos en caravana con amigos a tocarles bocinazos en Palermo, Belgrano, Recoleta y Barrio Norte aver si les arrancamos algún lagrimón más!

    Y de ahí hacia Plaza de Mayo a tomar vino y comer choripán con el Pueblo. A la fiesta más feliz de nuestras vidas. Estoy tan emocionado que creo que voy a llorar yo.

    Los quiero losers. Sigan participando, perdiendo y hablando giladas ya que es gratis y vivimos en democracia.

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  3. Vivimos en democracia, podemos dar la cara, "Anónimo"

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  4. ¿Vas a cerrar el blog? Una lástima. Si bien hace mucho no lo hacía, me gustaba debatir con vos.

    De los mejores blogs no-K. De los pocos que se jugaron por un candidato y no se quedaban en la cómoda entelequia genérica denominada "la oposición".

    Abrazo!

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