miércoles, 22 de junio de 2011
El endeble triunfalismo del Kirchnerismo
El Kirchnerismo no respeta ni sus propias leyes. Como bien señala Rodrigo acá, la nueva Ley de Medios establece con claridad las situaciones en que puede recurrirse a la Cadena Nacional.
Pero anoche, en la Galería de los Patriotas Latinoamericanos, Cristina Kirchner apeló al uso de la Cadena Nacional para anunciar su personal candidatura a la re-elección, y al mismo tiempo, apoyar al candidato del FPV Daniel Filmus en la ciudad de Buenos Aires.
Pero poco importa el apego a las normas. Para el Kirchnerismo, “ajustarse a derecho” es algo que solamente Clarín debe realizar con el artículo 161 de la Ley que nosotros denominamos “de Miedos”. Pero ellos no tienen esa obligación. Dice hoy un amigo bloggero oficialista: "me tienen podrido con las formas", y expresa así claramente lo trivial que resulta el ajustarse a derecho en algunas situaciones...
Y menos en un momento de excelso gozo popular por el esperado anuncio de la esposa del bueno de Néstor. Habrase visto!
Pocas dudas hay, vivimos en un país peculiar. Un país en el que muchos alimentan la falacia del helicóptero, y creen que solamente el peronismo puede gobernar. Así, tras soportar 10 años de Menemismo explícito (al cual, tendrán que reconocerlo, el matrimonio Kirchner apoyó en una de sus medidas más polémicas), nos dicen ahora que necesitamos 12 años de Kirchnerismo para asegurar la “continuidad del modelo”.
Han pasado 8 años desde la asunción del bueno de Néstor. Pasó todo su primer gobierno aliado a Clarín y con Magnetto como compañero comensal. Tuvimos un primer gobierno K en el que no hablábamos de Fibertel, ni de Papel Prensa, ni del ADN de los Noble-Herrera. Nada de eso importaba durante la etapa fundacional del Kirchnerismo. Los medios no eran monopólicos, ni eran enemigos de la voluntad y los intereses nacionales y populares. Por el contrario: las tapas condescendientes de Clarín eran retribuidas con renovación de licencias y autorizaciones de fusiones en la industria del cable.
Lo dijimos antes: los logros más trascendentales del Kirchnerismo se lograron durante esos primeros cuatros años (la discusión acerca de la Asignación por Hijo, en los comments aquí). Paradójicamente, la promesa electoral de mayor institucionalidad durante el segundo mandato terminó siendo preludio de exactamente lo contrario. Sirva como ejemplo: hoy no podemos estimar la inflación sin miedo a ser multados por Moreno.
Personalmente, creemos que tras 8 años de Kirchnerismo, el discurso de ayer demuestra que hay una falla estructural que torna endeble el modelo. Leemos casi a diario acerca de los excelentes cuadros con los que cuenta el oficialismo, pero al mismo tiempo nos hacen creer que solamente Cristina Kirchner puede asegurar su continuidad. ¿Quién es el heredero del movimiento nacional y popular que está trasformando el país? Nadie, por el momento nos dicen.
Y será por eso que hace falta otro período con un Kirchner al frente del Ejecutivo. ¿Doce años para terminar de cementar las bases del modelo?
Desde aquí, nos ponemos por un rato del lado de nuestros amigos oficialistas. Y teniendo en mente la defensa de sus propios intereses, les advertimos que apelar a la Kirchner-dependencia confirma explícitamente la mayor vulnerabilidad del modelo....
(*)Triunfalismo: Actitud de seguridad en uno mismo y superioridad sobre los demás, fundada en la propia sobrestimación.
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... o quizás la reelección indefinida. En cualquier caso, yo cambiaría el título de tu blog, porque es indudable QUE NO NOS VEREMOS EN 2011
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